viernes, junio 16, 2006

Vida estudiantil.


Vida Universitaria de los estudiantes hoy
(O el desahogo visceral gracias a la autonomía).



La llegada a la educación superior hoy, es necesariamente, motivo de gran alegría y un tremendo peso económico a la vez, para los padres y afortunados jóvenes que pueden acceder hoy a nutrir su intelecto, gozar de una instrucción vetada para la gran mayoría de muchachos que no logra o no puede acceder a este prebenda educacional, simplemente porque le fue mal en la psu o no tiene los recursos económicos para pagarse una carrera profesional. Bajo este óptica es que la vida universitaria hoy, en los estudiantes, esta totalmente desvirtuada de los objetivos de su instrucción profesional, ya que el grueso de los planteles universitarios del país, fuera de las clases formales(o sea, aquellos espacios destinados a la “recreación estudiantil”) no se condicen en lo absoluto con formas adecuadas para una distensión constructiva en donde el alumno pueda distraer la presión propia de la exigencia académica respecto a su carrera, sino que, en la practica se esta produciendo en la mayoría de las sedes o facultades de las distintas universidades una evidente” distorsión mayúscula” en las formas elegidas por el estudiantado para supuestamente liberar la premura de responder al alto nivel de exigencia de sus respectivos estudios. Es así como han fructiferado en gran cantidad “carretes universitarios” en donde hasta en las mas prestigiadas universidades del país, permiten indolentemente que el consumo indiscriminado de drogas y alcohol al interior de sus planteles educativos sea la panacea del momento. Pero no solo droga y alcohol corre en estas instancias de estudio, las fiestas “eróticas” también entregan su aporte a esta suerte de clara degradación de la vida estudiantil universitaria, en donde, las federaciones y ceales, lejos de contribuir al crecimiento cultural de los estudiantes permiten y fomentan estas formas de expresión, que si bien es cierto son perfectamente permitidas por la sociedad de hoy, estas debiesen manifestarse en los lugares que corresponden, tales como centros nocturnos para ese efecto (por lo demás, cualquiera podrá estar de acuerdo si es que estas actividades realmente contribuyen en algo en instruir al estudiante respecto a su carrera). Sin animo de atentar contra el libre albedrío y la decisión individual de cada persona respecto a elegir las formas en las cuales quiera” entretenerse”, no puede imponerse ni permitirse que instituciones educativas se presten gratuitamente para formas de entretención ajenas a los objetivos de estas casas de estudio, mas aun, cuando en estas actividades se generan una gran cantidad de recursos económicos que sirven de fines y objetivos muy poco claros y menos conocidos por quienes asisten a estos eventos. Son escasas las oportunidades en que las federaciones o el alumnado, por iniciativa propia, tiendan a realizar actividades solidarias en beneficio de los propios alumnos, o de su facultad o, por ultimo en beneficio de la comunidad en general. ¿Dónde quedaron esas campañas emprendidas por los estudiantes de antaño en beneficio de poblaciones marginales?,
¿Dónde quedaron los seminarios que los propios estudiantes organizaban para aprender mas aun de sus carreras?; ¿Dónde quedaron esos debates que las federaciones realizaban respecto a discutir sobre los problemas del país? ;¿Dónde quedaron los trabajos voluntarios?
... Sin duda, que al son del alcohol, la promiscuidad en los patios oscuros, la droga corriendo de mano en mano; la fiesta con el desnudo pernicioso sobre el escenario y la razón desbocada por el humo de la entretención mediocre, no hay tiempo ni espacio para crecer, para crecer como el futuro profesional que tendrá a su cargo a aquel que no pudo entrar, a aquel que quedo mirando por fuera del cerco y el umbral de la puerta de la facultad mordiéndose los labios para frenar la amargura y todos los días, como si nada, el estudiante cruza , indiferente a esa posibilidad que tiene y que día a día pierde por su falta de consideración a si mismo, a sus padres, a todos nosotros, pero principalmente a aquel que no ocupa su silla y que quisiera hacerlo, pero no pudo porque no tenia dinero.

Luis Aranguiz.